
Vegetales deshidratados son una solución práctica para preservar las cosechas de jardín, crear suministros de alimentos de emergencia y reducir el desperdicio de alimentos. Sin embargo, su viabilidad a largo plazo depende completamente de las técnicas de almacenamiento adecuadas. El almacenamiento inapropiado puede provocar degradación de nutrientes, pérdida de sabor y deterioro.
El principio: proteger contra los enemigos del almacenamiento
Los factores principales que degradan las verduras deshidratadas son la humedad, la luz, el oxígeno y el calor. El objetivo del almacenamiento a largo plazo es crear una barrera contra estos elementos. Sampes de almacenamiento exitosos en tres pilares: preparación adecuada, embalaje apropiado y condiciones ambientales óptimas.
1. Preparación: el primer paso crítico
Antes del almacenamiento, asegúrese de que las verduras deshidratadas se procesen adecuadamente.
Deshidratación completa: las verduras deben secarse a fondo y uniformemente. Deben ser frágiles o coriacos, sin humedad detectable en el centro. Cualquier humedad residual puede conducir al crecimiento y el deterioro del moho, comprometiendo todo el lote.
Acondicionamiento: después de deshidratarse, coloque las verduras enfriadas en un recipiente grande y abierto durante una semana. Revuelva o agitelos a diario. Este proceso ayuda a igualar cualquier humedad restante entre las piezas. Si la condensación aparece dentro del contenedor, las verduras requieren una mayor deshidratación.
Enfriamiento: asegúrese de que las verduras estén completamente frías a temperatura ambiente antes del empaque. El embalaje de las verduras cálidas creará vapor e introducirá la humedad en el contenedor de almacenamiento.
2. Embalaje: crear una barrera hermética
La elección del embalaje es crucial para eliminar y prevenir la exposición al oxígeno.
Absorbedores de oxígeno: el método más efectivo para el almacenamiento a largo plazo es emparejar los absorbedores de oxígeno con contenedores herméticos. Los absorbedores de oxígeno son paquetes seguros de grado alimenticio que eliminan químicamente el oxígeno de un entorno sellado. Esto ralentiza significativamente la oxidación, lo que causa rancidez y pérdida de nutrientes.
Contenedores herméticos: las opciones adecuadas incluyen:
Bolsas Mylar: son impermeables a la luz y el oxígeno. Cuando se usan con absorbentes de oxígeno y sellados por calor, proporcionan una excelente barrera.
Cubos de plástico de grado alimenticio con sellos gamma: estas tapas crean un cierre confiable y hermético y son útiles para el almacenamiento a granel.
Frascos de vidrio con tapas de albañil: el vidrio es impermeable pero debe almacenarse en la oscuridad para proteger contra la luz.
Sellado de vacío: aunque es efectivo para eliminar el aire, el sellado de vacío solo puede no proteger contra la permeación de oxígeno durante muchos años. Para la vida útil más larga, combine el sellado de vacío con los absorbedores de oxígeno.
3. Entorno de almacenamiento: la capa final de protección
El lugar donde almacena sus verduras deshidratadas empaquetadas es tan importante como cómo las empaqueta.
Temperatura: almacene recipientes en un lugar fresco y oscuro. La temperatura ideal es consistentemente por debajo de 60 ° F (15 ° C). Las temperaturas más altas aceleran la degradación de la calidad y los nutrientes. Evite almacenar en áticos o garajes donde las temperaturas fluctúen drásticamente.
Luz: exposición a la luz, especialmente la luz solar, degrada el color y las vitaminas. Almacene todos los contenedores en un armario oscuro, despensa o dentro de un recipiente opaco más grande.
Humedad: si bien el empaque debe ser a prueba de humedad, se proporciona una capa adicional de protección almacenando contenedores en un entorno seco con baja humedad.
Monitoreo y vida útil
Incluso con el almacenamiento ideal, es prudente monitorear sus suministros.
Rotación: practique el principio "Primero, primero en salir". Primero use acciones más antiguas y reemplácelas con lotes más nuevos.
Inspección: verifique periódicamente los contenedores para ver los signos de deterioro, como los nodores, la humedad visible o la infestación de insectos. Si usa frascos de vidrio transparente, busque cambios en el color o la textura.
La vida útil esperada: en condiciones óptimas, secas propensamente, empaquetadas con absorbentes de oxígeno y almacenados en un lugar fresco y oscuro, la mayoría de las verduras deshidratadas pueden mantener su calidad y valor nutricional durante 8 a 10 años o más.
La mejor manera de almacenar vegetales deshidratados a largo plazo es un enfoque metódico que aborda todas las amenazas a su estabilidad. Al garantizar que las verduras estén completamente secas y acondicionadas, empaquetándolas en recipientes libres de oxígeno, y almacenarlos en un entorno fresco, oscuro y seco, puede construir con confianza una reserva de alimentos sostenible y de alta calidad. Este proceso maximiza la vida útil, el sabor y el contenido nutricional de sus verduras deshidratadas.
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